martes, 12 de julio de 2011

Viviendo en el polvo

Según estudios científicos, la contaminación produce un efecto nocivo permanente sobre el cuerpo humano, y el sistema más afectado es, precisamente, el respiratorio. La contaminación ambiental siempre causa un daño en el organismo, sin importar el nivel en el que se encuentre. De hecho, provoca un envejecimiento prematuro del sistema respiratorio, a través de un proceso constante e irreversible que no produce dolor al organismo y que lo va aniquilando silenciosamente. En el caso de la ciudad de México, hay alrededor de 20 millones de personas que respiran día a día un aire que sin duda los conducirá a una muerte anticipada a la que tendrían si vivieran en un ambiente libre de contaminación.
Además, convierte a esa capital en una ciudad no apta para realizar deportes al aire libre; es decir, neutraliza una actividad que suele estar ligada con una vida sana y la convierte en un factor de riesgo real para la vida de un ser humano. El silencioso y persistente daño de las micropartículas en el cuerpo humano es un dato que debe ser tomado en cuenta con responsabilidad. Los niños de hoy estarán más propensos a desarrollar enfermedades respiratorias en su vida adulta y un buen porcentaje de ellos tendrá que acostumbrarse a convivir con ellas permanentemente.

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